Descripción
¿Quién le dice a la avechucha y a todas las aves que hay que empollar unas semanas para que su especie continúe? ¿Cómo saben que deben echarse a empollar, y que deben permanecer en ese nido día y noche sin fallar? ¿De dónde proviene esa sabiduría? Muchos le llaman a ese saber, “instinto”. Es muy fácil atribuirlo al instinto y asunto resuelto. Y sin embargo, yace un misterio indescifrable más allá de las palabras, de las teorías. Algo que proviene de una sabiduría indescriptible, la misma que ha concebido el que la misma avechucha exista como tal entre las innumerables otras especies de aves que existen, tan solo en nuestro planeta…
Y aqui empolla nuestra avechucha culeca, esperando el feliz momento en que broten sus huevos y píen los nuevos polluelos, una gran felicidad es por cierto, el milagro de la vida.
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